La Virgen María Y Lutero

Por Ella Rozett, traducion por Jesús Ángel Gomollón Garcia*

Tumba de Lutero y placa memorial en Wittenberg, junto con otras placas próximas.

Martín Lutero (como la mayoría de los teólogos) condenaba a cualquier cristiano que contemplase a María como igual a Jesús o que diese a entender que Jesús solo está de algún modo incompleto sin una expresión femenina de Dios a su lado. Esto es lo que el entrenamiento patriarcal le enseñó a hacer a su mente.

Su corazón, por otro lado, parece haber sabido que es necesaria ciertamente una madre celestial al lado del padre celestial. Y así, confesaba: “La veneración de María está escrita en lo más profundo del corazón humano”. (Sermón, Sept. 1St 1522)

Si uno creyese al Rev. Peter Stravinskas, entonces esta inscripción de su corazón estaría reflejada en la inscripción de su tumba. Stravinskas publicó un artículo, bueno en general, sobre “El Lugar de María en el Fundamentalismo Clásico”, pero me temo que su fuente cometió un error piadoso: sostiene que el relieve de la Coronación de la Virgen y la inscripción por Peter Vischer el Joven, que se encuentra en la iglesia del Castillo de Wittenberg, donde Lutero está enterrado, pertenece a la tumba de Lutero. Me gustaría que fuese así, pero en realidad es la placa memorial de Henning Göde, el último Prior Católico de la iglesia, que murió en 1521, justo durante el periodo más turbulento de la Reforma de Lutero.

Uno puede estar agradecido a todas las generaciones de Protestantes que no se sintieron ofendidas con esta placa tan Católica al lado de la de Lutero, y la dejaron allí.

 

Placa memorial de Henning Göde
Fotos: Ella Rozett

 

En general Lutero estaba en contra de cualquier invocación de santos y en contra de pedirles su intercesión. Pero la Virgen María, al quien el llamaba feliz la Madre de Dios, era un caso aparte, distinto a cualquier otro santo. Esto es probablemente porque reconocía el precedente Bíblico para la intercesión de María. Después de todo, en la boda de Caná, obtuvo ayuda de Jesús para la fiesta a pesar de que su hijo trató de resistirse a su insistencia. (Juan 2:1-11). De modo que no hay que extrañarse de que los Católicos digan que Jesús no puede rechazar las peticiones de su madre.

“En las resoluciones de las 95 tesis, Lutero rechaza cualquier blasfemia contra la Virgen y piensa que uno debería pedir perdón por cualquier mal dicho o pensamiento contra ella.” El predicó sobre María en todos los días de fiesta Marianos, más, seguramente, de lo que la mayoría de los sacerdotes Católicos hacen hoy en día. Esta costumbre continuó durante cerca de un siglo después de la muerte de Lutero. El también se encontraba a gusto con mantener imágenes famosas de María en sus iglesias, donde permanecieron hasta el tiempo de la “Ilustración” en el siglo XVIII.

¿Qué pensaba Lutero de las oraciones Marianas más famosas? El dio la directriz de que el Magníficat se cantase diariamente en todas las iglesias. Admitió que el Ave María podía formar parte de una saludable vida de oración, aunque dudaba de la capacidad de la mayoría de los creyentes para rezar con la actitud correcta. Pero la Salve y el Reina del Cielo los condenaba como extravagantes y no evangélicos.

Citas de Lutero sobre María:

“(Ella es la) mujer más alta y la gema más noble en la Cristiandad después de Cristo…..Ella es nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podemos honrarla lo suficiente. Aun así, la honra y alabanza deben dársele de un modo tal que no resulten heridos Cristo ni las escrituras.” (Sermón, Navidades, 1531)

“Es el consuelo y la bondad superabundante de Dios, y la humanidad es capaz de exultar por tal tesoro. María es su auténtica Madre….” (Sermón, Navidades, 1529)

“María es la Madre de Jesús y la Madre de todos nosotros, aunque fuese Cristo solo quien reposó sobre sus rodillas….Si él es nuestro, nosotros deberíamos estar en su situación, allí donde él está nosotros deberíamos estar también, y todo lo que él poseyó también ser nuestro, y su madre es también nuestra madre” (Sermón, Navidades 1529)

“La gente ha concentrado toda su gloria en una simple frase: La Madre de Dios. Nadie puede decir nada mayor de ella, aunque tenga más bocas que hojas hay en un árbol”: (Del Comentario sobre el Magníficat).

“Dios no recibió su divinidad de María, pero de ahí no se deduce que por ello sea incorrecto decir que Dios nació de María, que Dios es el Hijo de María y que María es la Madre de Dios….Ella es la verdadera madre de Dios y portadora de Dios…..María amamantó a Dios, acunó a Dios en su sueño, preparó pan y sopa para Dios, etc. Porque Dios y hombre son una persona, un Cristo, un Hijo, un Jesús, no dos Cristos…. del mismo modo que tu hijo no son dos hijos….aunque él tenga dos naturalezas, cuerpo y alma, el cuerpo de ti, y el alma de Dios únicamente.” (En los Concilios de la Iglesia, 1539).

Lutero creía en la Virginidad perpetua de María y en su Inmaculada Concepción. Sólo que él no pensaba que la última fuese un dogma que la gente estuviese obligada a creer.

“Es una creencia dulce y piadosa que la infusión del alma de María se realizase sin el pecado original; de manera que en esa propia infusión de su alma ella también fue purificada del pecado original y adornada con dones de Dios, recibiendo un alma pura, infundida por Dios; así desde el primer momento que ella comenzó a vivir estaba libre de todo pecado.” (Sermón, “En el Día de la Concepción de la Madre de Dios”, 1527)

“…ella está llena de gracia, proclamada enteramente sin pecado….la gracia de Dios la llena con todo lo puro y la hace vacía de todo mal….Dios está con ella, lo que significa que todo lo que ella hizo o dejó sin hacer es divino, y resultado de la acción de Dios sobre ella.” (Luther’s Works-Obras de Lutero- ed. Lehmann, Fortess Press, 1968 vol. 43, p.40)

“Podemos usar el Ave María como una meditación en la que recitamos la gracia que Dios le ha dado. Segundo, deberíamos añadir un deseo de que todo el mundo la conozca y la respete.” (Libro Personal de Oraciones, 1522)

Pensadores Protestantes Modernos sobre María:

Reinhard Kirste, fundador de una organización interreligiosa de la Iglesia Protestante en Alemania, me señalaba que desde los años 1970 teólogos Protestantes, especialmente las feministas, han estado redescubriendo una profunda apreciación por la Madre de Cristo. Muchos son cuidadosos en no hacerse demasiado “Católicos” en su relación con la Virgen, pero todos aceptan que ella tiene una proximidad especial a Dios y sería un buen ejemplo por emular.

He aquí tres ejemplos:

* Elisabeth Moltmann-Wendel / Hans Küng / Jürgen Moltmann, Was geht uns Maria an?-Qué nos importa María- GTB 493. Gütersloher Verlagshaus, Gütersloh: 1988

*Rosemary Radford Ruether, Mary – The Feminine Face of the Church-La cara femenina de la Iglesia-, The Westminster Press, Philadelphia: 1977.

*Basilea Schlink, The Mother of Jesus-La madre de Jesús-, Marshall Pickering, London: 1986

*Prof. Jesús Ángel Gomollón Garcia enseña ingenieria en la universidad de La Coruña, cerca de Santiago de Compostella, España. Interfaithmary en Español

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